Blogia
No pasa nada

Bio

Una niña auténtica

Una niña auténtica La generación del Barrio Sésamo con Espinete, los que sabemos qué era jugar a la goma o a la xarranca (o rayuela), qué significaba magarla o qué era jugar en medio de una calle en la que tan sólo de vez en cuando pasaba algún coche hemos tenido mucha suerte. Hace tiempo recibí este e-mail que lo corroboraba. La verdad es que me parece que la infancia que viven muchos niños hoy no es ni la mitad de auténtica que la que vivimos nosotros, parece que les azucen para que crezcan antes. Leed y comparad.

"Mirando atrás es difícil creer que aún estemos vivos:

Nosotros viajábamos en coches sin cinturones de seguridad, sin reposacabezas y sin air-bag. Hacíamos viajes de 10-12h con cinco personas, y la suegra, en un 127, un Diane o un R5 y no sufrimos el síndrome de la clase turista.

No tuvimos puertas, armarios o frascos de medicinas con tapa a prueba de niños.

Andábamos en bicicleta sin casco. Los columpios eran de metal y con esquinas en pico.

Pasábamos horas construyendo nuestros carros de rodamientos para bajar por las cuestas y solo entonces descubríamos que nos habíamos olvidado de los frenos. Tras chocar con algún árbol, aprendíamos a resolver el problema.

Jugábamos al "churro" y nadie sufrió hernias ni dislocaciones vertebrales.

Salíamos de casa por la mañana, jugábamos todo el día, y solo volvíamos cuando se encendían las luces de la calle. Nadie podía localizarnos. No había móviles.

Nos rompíamos los huesos y los dientes y no había ninguna ley para castigar a los culpables. Nos abríamos la cabeza jugando a guerra de piedras y no pasaba nada. Eran cosa de niños y se curaban con Mercromina y unos puntos. Nadie a quien culpar, solo a nosotros mismos. Tuvimos peleas y nos "calentamos" unos a otros pero aprendíamos a superarlo.

Comíamos dulces y bebíamos refrescos, pero no éramos obesos. Si acaso alguno era "el gordo" y punto. Estábamos siempre al aire libre, corriendo y jugando. Compartimos botellas de refrescos y nadie se contagio de nada. Solo nos contagiábamos los piojos en el cole. Cosa que nuestras madres arreglaban lavándonos la cabeza con vinagre caliente.

No tuvimos Playstations, Nintendo 64, vídeo juegos, 99 canales de televisión, películas en vídeo o DVD, sonido surround, móviles, ordenadores ni Internet. Nosotros tuvimos: amigos. Quedábamos con ellos y salíamos. O ni siquiera quedábamos, salíamos a la calle y allí nos encontrábamos. Y jugábamos a las chapas, al peón, a las bolas, a la lima, al rescate..., en fin tecnología punta.

Íbamos en bici o andando hasta casa de nuestro amigo y llamábamos a la puerta. ¡Imagínate!, sin pedir permiso a los padres. ¡Nosotros solos, allá fuera, en el mundo cruel! !Sin ningún responsable! ¡Sin monitores o cuidadores! ¿Como coño lo conseguimos?

Hicimos juegos con palos, y balones de fútbol improvisados, y comimos pipas. Bebíamos agua directamente del grifo, sin embotellar, y algunos incluso chupaban el grifo.

En los juegos de la escuela, no todos participaban en los equipos. Los que no lo hacían, tuvieron que aprender a lidiar con la decepción, eran los "paquetes". Algunos estudiantes no eran tan inteligentes como otros y repetían curso hasta que en su casa se cansaban.

Y ligábamos con las chicas persiguiéndolas para tocarles el culo, no en un chat diciendo :) :D :P Éramos responsables de nuestras acciones arreábamos con las consecuencias. No había nadie para resolver eso. La idea de un padre protegiéndonos si transgredíamos alguna ley, era inadmisible. ¡Ellos protegían a las leyes de nosotros!

Tuvimos libertad, fracaso, éxito y responsabilidad, y aprendimos a crecer con todo ello. Tú eres uno de ellos. ¡Enhorabuena! Pasa esto a otros que tuvieron la suerte de crecer como niños, antes de que los abogados y los gobiernos regulasen nuestras vidas, y nos convirtieran en un hatajo de gilipollas para nuestro propio bien."

Para los que tengan nostalgia, que miren este enlace muy completo aunque bastante yanki.... En la foto, Banner y Flappy, una maravilla de dibujos animados aunque de historia bastante triste, como se estilaba en la época.

Tirados en la autopista

Tal como dice el título. Después de ir a la facultad a mirar una nota que no han colgado nos hemos quedado colgados en un coche (por llamarlo de alguna manera) que no arrancaba.
Mi HB y yo volvíamos de la universidad (él me acompaña porque me muero de los nervios cada vez que tengo que saber el resultado de un examen... tengo mucha suerte de que me quiera tanto) y de repente se oye un ruido raro, como si hubiéramos pasado por encima de algo de plástico. Paramos y resulta que no es nada pero al arrancar la llave no arranca... Es la llave de respuesto y no iba.

Después de intentar contactar con nuestro par de móviles sin saldo y sin batería, después de hacernos a la parrilla con el sol que hace hoy, que es de morirse, después de mi lucha contra una enorme araña verde, después de probar mil veces con la llave, arranca por fin el coche. Hemos llegado casi desmayados. El pobre debe de estar ahora durmiendo en su casa... En fin, cosas que pasan.

Corre, corre pequeño hámster

Corre, corre pequeño hámster Qué agobio. Yo quería un final de carrera tranquilo y sosegado, no ir de culo hasta el último día para entregar un mega trabajo de política. Aunque me quede tan poco tiempo para terminar, me siento como un hámster que corre por la rueda de la jaula infinitamente sin llegar a ningún lado, deslizándose siempre en el mismo agujero. Por suerte pronto la rueda desaparecerá y entonces, sólo entonces, será mucho más sencillo roer los barrotes de la jaula.

Lo que fui es lo que soy

Acabo de volver a casa. He estado con mi amiga Y tomando algo por ahí y paseando. Hace una noche fresca y espléndida. Conozco a Y desde el instituto, sin duda la época que más marcó mi vida. Hemos estado rememorando algunas cosas de esa etapa. Normalmente no abusamos de recuerdos pero hoy ha sido una de esas veces que recuerdas y revives experiencias especialmente intensas y bellas.

Entonces te das cuenta hasta qué punto las tenías arrinconadas en tu corazón y de lo importantes que fueron, de cómo se te quedaron dentro, agazapadas. Cuando salen, lo hacen como una explosión. Los deseos, los sentimientos, las reflexiones, las dudas de entonces... En ese momento sabes que realmente trascendieron en ti y tu alma se alegra enormemente de haberlas vivido y de empujarte a ti misma hacia el camino que tú misma eliges. Por eso nunca hay que olvidar las manos que te alzaron para continuar.

Recta (o curva) final

Uf, uf... Mañana ya tengo el último examen y "sólo" me quedaría entregar el trabajo de seminario de política para terminar. De momento lo voy aprobando todo (no sin sudores y nervios, obviamente). L'essamen de domani è d'italiano. Devo studiare un po' e andare presto a letto...

Desde mi habitación

Anoche apenas dormí dos horas pero esta mañana me he despertado muy fresca (en más de un sentido XD). Además, he ido a clase sorprendentemente despejada. Ha sido hace una hora que el cuerpo a empezado a decirme "eh, tú, que necesito dormir". Y aquí estoy, pasando olímpicamente de mi cuerpo esta noche (todo lo contrario que la anterior). Tenía que escribir aquí, más que para poner nada sustancioso, para decir desde dónde escribo. ¡Por fin tengo mi propio ordenador en mi cuarto y desde aquí hablo al mundo! Ale, qué grandilocuente se pone una cuando está hecha mistos. La conexión va a velocidad de tortuga coja pero eso no me va a estropearme la felicidad de propietaria. Espero poder escribir más a menudo a partir de ahora y, sobretodo, mejor(JA-JA, qué bonito me ha quedado esto, parece un propósito de año nuevo).

Los regalos de cumpleaños deben ser sorpresa porque... porque... ¿dan sensación de poder?

Cumples, Sant Jordi... ¡qué chulo! Pero, ¿qué hay del dichoso secretismo que hay entorno a las fiestas que se celebran para felicitar y/o regalar a alguien? Hoy he quedado con J. Su cumpleaños es el martes que viene y he tenido que decirle "Buuueeeno, nos llamamos la semana que viene". Hombre, no le voy a decir "Te llamo el martes para felicitarte, ¿eh?". ¡Se supone que es una sorpresa! Me tomo la libertad de poner esto aquí porque ella no se conecta a internet y cuando lea esto ya la habré felicitado. JUAS JUAS... ¡Ejem! Además, hoy es el cumple de mi hermano y voy a bajar a la Carmen (proveedora oficial) a comprarle un bolsa de chuches. Esto también lo puedo poner aquí porque el muy rancio nunca mira mi blog y por eso no lo sabrá hasta que yo quiera ¡JA! Lo mismo me pasa con el libro que le regalaré esta noche a mi HB por Sant Jordi (mañana no nos veremos). Ahora se acaba de desconectar pero no voy a correr el riesgo de poner el título aquí por si las moscas... Que hay mucho listo. JAJAJA... Nadie sabrá nada hasta que yo quiera.. ¡Yo tengo el poderrrr! (Uy, qué chulo me ha quedado este momento He-man).

Can't buy me love

Vaya día un sábado para hacer un examen de historia, ¿eh? Pues eso es lo que he hecho hoy. Bueno, además he hecho compras en la Fnac y he comprado el libro de Sant Jordi para mi HB (no diré cuál, porque si lee esto, adiós sorpresa). Me encanta Sant Jordi. Es una de las fiestas más bonitas que tenemos. Ésta y los Reyes Magos. Las tradiciones como éstas hay que respetarlas... sobretodo porque son muy divertidas.

Viniendo de Barcelona, he visto en una de estas teles que hay en el tren que Victoria Beckham cumple 30 tacos y que su marido le ha regalado un diamante carísimo. Entonces he pensado que realmente esa tipa marca estilo por donde va, tiene infinitamente más pasta que yo y la envidia medio mundo por eso y por tener a quien tiene por esposo pero la verdad, me da un poco de lástima. Me da la sensación de que tiene una vida muy vacía y que, debajo de esa capa de lujo, frivolidad y desdén hay una mujer muy pobre emocionalmente. Además, si es cierto que su marido le pone los cuernos (y además, los cuernos más públicos del planeta) y ella está enamorada de él... pues aún me da más pena. Y si no lo está, sigue teniendo menos que yo.

Esto no quiere decir que desprecie la idea de tener la pasta que ella tiene, ¿eh? Jajaja... Nada más faltaría. Podría vivir una casa enorme con mi HB y mi perrita y las preocupaciones económicas serían historia. Pero la verdad es que creo que si no tienes con quien disfrutarlo de verdad no tiene que ser tan divertido.

A todos nos gusta hacer el amor los días de lluvia pero es una excusa

Acabo de volver de comer con mi HB. Aparte del buen rato que hemos pasado, debo mencionar la sopa de cebolla tan rica que hemos pedido y que venía de perlas para un día como hoy. La lluvia no nos da tregua por aquí. Sé que es un tópico pero hace día de meterse en la cama y no salir hasta que el sol deje de encabezonarse en no lucir como es debido. Sólo queda decidir la compañía. Yo lo tengo muy claro... Después de compartir una sopa tan rica podría haberse redondeado la tarde... jejeje. ¡En fin! Me quedo con la frase que da título a este texto y que hay que atribuir al poeta argentino de Las Ramblas barcelonesas Eduardo Mazo. Si vais por allí es muy fácil de encontrar.

Ratita de biblioteca (con buenas intenciones)

Eso es lo que parecía yo hoy. Todo el día en la biblioteca de veterinaria para resolver un caso de etología. Qué rápido pasa el tiempo cuando trabajas y lo que me ha costado encontrar la información sobre leptinas que necesitaba.
He decidido que a partir de hoy seré buena, dormiré mis horas, me acostaré pronto, estudiaré mucho y... bueno, mejoraré mi vida en general, que necesitaba que le insuflaran disciplina por todos lados. Estoy muy ilusionada con todo. Estoy viviendo una etapa de mi vida muy grata. Además, ya mismo se nos va el nefasto y rancio gobernante con bigote y entra otro que parece bastante menos peligroso. ¿Qué más puedo pedir? Bueno, más, mucho más. Pero seguro que eso también lo consigo...

Renuncia con gusto (ahora sí)

Se supone que yo ahora no debería estar escribiendo aquí, sino que estaría en una bucólica casa rural envuelta de naturaleza, besos y calor de chimenea. ¿Qué ha pasado? Algo ya expliqué el día 10, o sea ayer. El jueves llegamos a la pedazo de casa allá en lo alto del Montseny y casi tal que nos fuimos, nos venimos. Un mal rollo impresionante envolvía aquel lugar. No, no son paranoias ni caprichos míos (podéis ver la foto del día 10). La caseta de las habitaciones debíamos compratirla con tres parejas con críos, así como dos duchas y dos lavabos para todos en condiciones higiénicas bastante cuestionables. Para bajar a comer debíamos sortear un camino lleno de barro y cacas de vaca. Claro, imaginar ir a oscuras a cenar podría ser realmente toda una gincana cada día. Y si la casa daba miedo de día, no quiero ni imaginar el miedo que daría de noche. Debo decir que la comida era casera y era buena pero debíamos comer todos los inquilinos en una mesa de comedor, como una familia impuesta y espontánea en una sala en penumbra (ideal para mi vertiente antisocial) con el perro en la puerta acechando a la mía sin descanso.

Todo olía a viejo, mi perra no paraba de aullar y llorar y en la puerta de la caseta esperaban los dos perros de la casa, descuidados y llenos de mierda, que la sitiaban: la perra para arrearle un bocado a la intrusa y el otro para hacerla madre. Los diez minutos de acercamiento sirvieron para que mi perra se llevara un par de picaduras de garrapatas, aún habiéndola desparasitado esa misma mañana y a pesar de llevar un collar antipulgas y antigarrapatas. Así que ojo a las condiciones en que estaban esos animales.

Por si el panorama ya no fuera suficientemente sugestivo, los dueños de la casa (que no eran campesinos, sino pijos naturistas de Barcelona que les había dado por llevar una vida semihippie) contaban sin pudor que, cuando su perra paría un número de cachorros indeseados, los degollaban ipso facto con sus propias manos. Así, salimos huyendo -con la inestimable ayuda de los padres de mi HB, que se hicieron el cansadísimo camino para recogernos sin ni siquiera haber comido-Sí, nos hemos quedado sin nuestras ansiadas vacaciones (por ahora) pero qué gusto renunciar a ellas pensando en que te podrías haber librado de un mal mayor. Uf.

De vuelta a todo

Ya tocaba. Después de seis meses de loca carrera de idas y venidas diarias y haciendo más horas que un reloj, por fin puedo dedicarme a acabar la universidad. Mañana tengo italiano y etología. Genial. No sé si luego me quedaré a la media clase de sistemas políticos. Uf, el ajetreo diario. Parece un acertijo constante que se debe resolver en cada momento, cada segundo para poder seguir adelante, ¿verdad?

Renuncia con gusto (intro)

Renuncia con gusto (intro) O cómo volver huyendo a lo Benny Hill de un sitio que te da un mal rollo impresionante. La peculiar casa rural en la que íbamos a pasar cinco largos días ha sido demasiado para nosotros. Hoy pondré una foto pero tengo que explicar más del porqué volvimos el mismo día en que llegamos y cómo aconteció todo. De momento voy a descansar y desintoxicarme de tanto ajetreo y tanto cambio de planes.

Entregada al capitalismo (por poco rato, ¿eh?)

Entregada al capitalismo (por poco rato, ¿eh?) Gastos y más gastos. Hoy me he cortado el pelo en una peluquería cara, he desayunado fuera, he comido un menú de sushi en Barcelona y me he gastado en cosméticos en un día más que en todo un año (lo que no quiere decir que eso sea mucho, pues estoy superpez en este tema... sólo me puse base de maquillaje una vez para una práctica de la universidad y fue la primera y la última vez). Realmente no es que haya derrochado pasta ni mucho menos... pero ya era hora de que me diera un gustazo auténtico.

El día ha sido de lujo, más que por lo que he hecho, por la compañía. Mi HB y yo estamos en plenos preparativos de vacaciones. Bueno, sólo nos vamos unos días al campo con nuestra perrita pero queremos que sea relax total y no preocuparnos de nada mientras estemos allí. Días de tranquilidad, dibujar, pasear en plena naturaleza. Qué idílico. Espero que salga bien. (En la foto, mi superperrita del espacio, que ha venido a invadir nuestro planeta... de esto hablaré en otro momento con el detenimiento que se merece).

Sabor de boca

No me gustaría que lo que he explicado anteriormente empañara lo que ha sido un día divertidísimo. En realidad hoy me voy a dormir con un buen sabor de boca y el deseo de disfrutar muchos, muchos más días de amor, paz y sol.

Sol y paz

Menudo domingo de sol, paz y tranquilidad. Mi HB está frito en el sofá y no se me ocurre otra cosa más productiva que escribir aquí ;P . Hoy es domingo de Ramos, lo que me devuelve a mi infancia, cuando estrenaba ropa, con esos calcetines blancos calados que se te clavaban por todo el pie y esos zapatos de charol que hacían de caminar más de tres minutos seguidos toda una proeza.

En la calle se puede observar que se sigue la tradición. Los niños siguen estrenando ropa y algunos llevan la palma con su lacito brillante (muy tradicional pero, ¿para qué sirve? Siempre me lo he preguntado porque incluso de adorno sirve para poco). Se han cambiado los volantitos por camisetas con purpurina y los zapatos de charol por zapatos de colores acordonados. Tiempos de ayer y de hoy... pero siempre horteras.

Es curioso este tiempo primaveral en el que una sale a la calle con abrigo-por-si-acaso y luego se ve comiendo un truficono (maldito sea) con ese mismo abrigo... En fin, mientras mi organismo pelea contra el truficono voy a darle un poco de por saco a mi HB.

Probando, probando...

Probando, probando... Sí, éste es mi primer mensaje en mi blog. Estoy más perdida que una mula en un garaje pero, en fin, pasito a pasito... Desde aquí no intentaré pasar a la posteridad (ja ja ja), ni adoctrinar a nadie, ni inculcar mis verdades como puños. Entonces, ¿para qué pruebo a hacer esto? ¿aburrimiento? Bueno, es un intento de ganar disciplina y divertirme a la vez. Ante blogs de nombres (me los invento: todo parecido con la realidad es pura coincidencia ^^U) del tipo "Como una pluma al viento", "Mi espejo, mi vida, mi alma" o "Mis divinas palabras" me veo bastante fuera de lugar. En fin: mi proposito es publicar lo que me dé la gana y que quien guste lo lea y comente.

Y como de lo que se trata es de ir probando, a ver si funciona este link. En esta página puedes escuchar canciones de pop-rock japonés y ver los comentarios de cada uno de los temas.