A todos nos gusta hacer el amor los días de lluvia pero es una excusa
Acabo de volver de comer con mi HB. Aparte del buen rato que hemos pasado, debo mencionar la sopa de cebolla tan rica que hemos pedido y que venía de perlas para un día como hoy. La lluvia no nos da tregua por aquí. Sé que es un tópico pero hace día de meterse en la cama y no salir hasta que el sol deje de encabezonarse en no lucir como es debido. Sólo queda decidir la compañía. Yo lo tengo muy claro... Después de compartir una sopa tan rica podría haberse redondeado la tarde... jejeje. ¡En fin! Me quedo con la frase que da título a este texto y que hay que atribuir al poeta argentino de Las Ramblas barcelonesas Eduardo Mazo. Si vais por allí es muy fácil de encontrar.
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