Blogia

No pasa nada

Tiranosaurius Rex y pez naranja

Tiranosaurius Rex y pez naranja

Mis primeras paridas con la cámara de mi nuevo móvil. Mucho tiempo libre y muy poca vergüenza ;P

Hipo y Seven

Hipo y Seven

A mi perra Hipo le costó mucho habituarse a los cachorros. Se mostraba tolerante pero había un pequeño problema... ¡les tenía miedo! Los dos pequeñajos diabólicos le echaban de su cojín, le mordían el morro, la cola y las patas... y la pobre estaba desconcertada. No era para menos: por culpa de dos renacuajos había dejado de ser la reina de la casa. Pero el martes, cuando sólo quedaba Seven, empezó a hacer buenas migas con él. Jugaban y se mostraba cariñosa y esta foto da fe de ello. Creo que si se hubiera quedado un día más se hubieran hecho muy buenos amigos :)

Destino: cachorritos

Destino: cachorritos

Bueeno, va a ser que estoy condenada a poner fotos de perritos guapísimos en mi blog. ¿Qué se le va a hacer? Hace un par de semanas mi madre encontró estos preciosos cachorros abandonados en una caja de fruta en el descampado que hay enfrente de mi casa. Por suerte no tenían pinta de haber pasado la noche fuera, sólo estaban asustados y terriblemente hambrientos. Comieron, durmieron y empezaron a dar guerra :) El mismo domingo lo pasé poniendo un montón de anuncios por internet para darlos en adopción.

El mismo lunes se lo llevó una chica para su sobrina de cinco años. La pobre criatura había perdido su cachorro de perrito hacía poco más de un mes en un accidente de tráfico. En su familia son muy perreros, todos cocineros y además la niña y su familia viven cerquita de la playa. Al otro lo di el martes a una chica de una ciudad cercana a la mía, con novio biólogo-zoólogo. Total, que los pequeñajos se están dando una vidorra de reyes. Rocky no para de jugar con su niña en su terraza y ve los dibujos con ella. Seven ya tiene un amigo (el paciente golden retriever de la derecha sobre el que dormita el muy jeta) y destroza la casa a sus dueños. Mantengo el contacto con sus familias, por eso sé todas estas cosas :)

Resultó toda una experiencia cuidar de este par de trastos. Apenas me dejaban dormir una hora el par de noches que los tuve, pasaba con ellos todas las horas del día y en seguida les quise muchísimo... Fue realmente duro separarme de ellos pero soy muy feliz de que tengan unas familias que les quieran tantísimo. Creo que todos hemos tenido mucha suerte.

Jodido pulgarcito

Como una momia llevo el pulgar de la mano derecha. Por culpa de la infección de una herida (que lo puso cuatro veces mayor que su tamaño normal) he estado inactiva bastante tiempo. Las he pasado realmente canutas, varios días sin dormir por el dolor ¡y eso que sólo es un dedito!

Cambiando a las cosas buenas, los Reyes se han portado genial (como cada año, será porque soy más buenaaa... XD) y ha sido un día precioso, sobretodo porque lo he pasado enterito con mi HB.

Por cierto, que me he engachado a la comunidad artística online Deviantart. ¡Hasta me he hecho una web propia con mis fotos y cosillas! Era la excusa perfecta para comentar y conectar con los artistas de allí que son un montón y muchos buenísimos. Entre ellos mi HB, al que he convencido para que se haga la suya propia, infinitamente mejor que la mía, obviamente.

De todas formas, me esforzaré mucho para mejorar. ¡Año nuevo, vida nueva!

Angelita de Navidad (morena y con alas lilas)

Angelita de Navidad (morena y con alas lilas)

Esta angelita la hice cuando tenía unos seis años, precisamente en Navidad. Aún recuerdo la bronca que me pegaron mis compañeros por no haberla hecho así. Para empezar, ¿qué era eso de angelita? Los ángeles eran ángeles y punto. Nada de angelitas. Y menos sin los rizos rubios y la casaca azul de rigor. La coloreé con el pelo largo y negro, los ojos azules y la ropa tal y como se ve en la imagen porque simplemente me parecía más bonita así y porque mi idea de angelita buena era ésa. Pues no estaba yo orgullosa de mi obra... XD

Años más tarde se la regalé a mi HB (que la conserva como un tesoro) y él me la escaneó hace poco. Podéis pedirle deseos en los comentarios, por ejemplo. Sería una de esas cosas infantiles y tan dulces que sólo hacemos por Navidad. ;)

Pesebre de Playmobil ^__^

Pesebre de Playmobil ^__^

Aquí está el pesebre de Playmobil que adorna mi comedor. En él podéis ver un cameo del pirata Roger (sentado en un banco a la derecha) y Sir Felician y su fiel Petunia (el caballero y la perra negra de la izquierda). El sábado añadiremos el vikingo de mi HB para completarlo :D


¡Feliz Navidad!

Caperucita reloaded

Caperucita reloaded

CAPERUCITA ROJA

Caperucita fue tan insistente que su madre no pudo más que dejarle marchar. Afuera hay cosas horribles y ella es aún una niña. “Pero también están mis amigos y la abuela, y además debo ir”, aseguraba Caperucita, muy decidida. Su madre le prepara la merienda y la cesta y, mientras Caperucita se abriga bien con su capa roja, le da unas instrucciones muy claras: “No hables con desconocidos y date prisa en llegar a casa de tu abuela. Hazme caso y no podrá pasarte nada”.

La niña se adentra en el bosque fijándose en todo, sin mirar nunca atrás. A medida que va avanzando, ve cómo los cables y muelles retorcidos y punzantes dominan el paisaje donde antes había trepadoras húmedas de un hermoso color verde oscuro. Los enhiestos y poderosos árboles, que antaño recibían el fresco abrazo de la hiedra, dejan paso a enormes columnas de acero y chimeneas fabriles y el tupido suelo de hierba y hojas muertas en el que acostumbraba a serpentear la vida se transforma en un vertedero industrial a cada paso que da Caperucita. Todo esto estaba a punto de ponerla triste pero se acuerda de su abuelita, abraza su cesta y continua con paso firme su camino.

Cada vez está más oscuro y Caperucita escudriña lo que le rodea sin alcanzar a vislumbrar casi nada. De repente, tras una gigantesca maraña de alambres, se le abalanzan los brillantes ojos de un lobo. Pero su mirada no la enciende la noche y sus instintos de caza, sino un brillo metálico. Es un lobo mecánico, es decir: un lobo más espantoso que cualquier otro lobo. La tímida luz de la Luna se proyecta sobre su figura atroz. Caperucita por fin puede ver su pesado y chirriante cuerpo fabricado con restos de chatarra, tornillos y retales oxidados. El lobo se inclina sobre ella, clavando su abominable mirada en la cesta. Abre su bocaza serrada y con una voz grave, monocorde y sin aliento le escupe:

-Soy el lobo. Dámelo todo.

Caperucita vuelve la cabeza, finge calma y reemprende su marcha. El persistente olor del aceite quemado y el óxido le marea un poco todavía. El lobo hace crujir sus engranajes y la sigue. Le repite insistente: “Soy el lobo. Dámelo todo. Soy el lobo. Dámelo todo. Soy el lobo. Dámelo todo.” La niña se detiene.

-Tú no eres un lobo.

Caperucita aprieta los puños. El lobo estruja las placas de su morro herrado con sus descomunales garras de acero y latón afilado. Estaba claro que así no conseguiría nada, así que reta a la niña a un juego: una carrera. “Quien llegue antes a la casa de la abuela obedece al ganador”. Ella accede con gesto confiado y ambos toman un camino distinto. Caperucita, fuera de la vista del lobo, esconde el contenido de la cesta. La niña sale de la parte trasera de la casa y ve al lobo en la puerta de entrada, con algo parecido a una sonrisa de satisfacción en su cara.

-¡Ja! ¿Ves? ¡He ganado yo! ¡Siempre gano yo! Ahora dame tu cesta.

La decepción del lobo es enorme. ¿Magdalenas de frambuesa? ¿Zumo de naranja? ¿Para qué quiere un lobo mecánico todo eso? ¡No puede comérselo! ¿Para eso tanto esfuerzo?
Consumido por la rabia el lobo aplasta el contenido de la cesta hasta hacerlo miguitas. Sus patazas se movían en un resorte y producían un ruido infernal a cada pisotón.

-¡Te has quedado sin comida! ¡Pronto te quedarás sin nada!

El suelo tiembla cada golpe que arremete, cada vez más fuerte, cada vez con más ira. Está fuera de control, desatado. Su odio se alimenta a cada momento y él se deja llevar por él. Quizá porque solamente puede sentir eso... Caperucita se arroja contra la puerta y la golpea desesperada. No puede soportar más la escena: el lobo, ese engendro en ese paisaje gris desnaturalizado. Las tiernas manos de su abuela toman las suyas, poniéndole a salvo al interior del hogar y le abrazan. Se abrazan, al fin.

Caperucita saca el contenido de la cesta de su capa roja y lo entrega a su abuelita. Es una pequeña planta que Caperucita y su madre han criado en el jardín de su casa. El lobo mira por la ventana y ve dos sonrisas y una planta. Se queda paralizado y al fin entiende que no puede hacer nada. El lobo siente una pena infinita, por lo que es, por lo que será, por lo que nunca será. Al estar fabricado con engranajes y tuercas, no puede desahogarse llorando... así que está condenado a vagar solo hasta que deje de funcionar. Tras el odio sólo hay tristeza pero junto a la voluntad hay esperanza. De la pequeña planta, de la fresca, verde y aún pequeña planta, nacerán semillas, obtendrán injertos. De ellos, nacerán más plantas. Crecerán. Crecerán y crecerán. Y formarán un bosque. Y volverá la vida donde antes sólo había desechos y venenos industriales. Todo comenzará de nuevo.

Los gorriones enseñamos a hablar

Si es que los pardalets somos así de apañadetes...

Hipo, the amazing dog

Hipo, the amazing dog

Tenía que hacer un test sobre mascotas para el trabajo y ¿qué mejor ayuda que la Hipo? No sólo me aconsejó, sino que tomó las riendas del asunto como podéis ver en la foto que hizo mi hermano. Por cierto, no recibe ofertas de contratos ni nada por el estilo XD

La chica que sale de la nada

La chica que sale de la nada

Otra "obra de arte" con el Paint. Hay que ver con lo que se entretiene una. Muy setentero, ¿verdad?

Pamela Anderson: mamá, Striperella y escritora

Pamela Anderson: mamá, Striperella  y escritora

Se enfrenta a una enfermedad temible cada día (la hepatitis C), ha escrito el octavo libro más leido de Estados Unidos, es mamá de dos hijos (a los que puso Dylan y Brandon, ¿será un recuerdo de Beverly Hill 90210? :S ) y además es una heroína de dibujos animados: Striperella.

Sí, sí. Pamela Anderson no se quedó en Barb Wire, donde se enfundó de cuero para hacer una olvidable película. Buscando noticias de cómic, me acabo de enterar, aunque tarde ;P, de que produce junto a Stan Lee su propia serie de dibujos animados. Es el icono sexual femenino de los noventa por excelencia (ahora no me digáis que fue Claudia Schiffer...), ergo mucha gente sólo la ve como a un par de tetas. Y no lo digo yo, lo dice ella misma en una entrevista bastante sorprendente que le hizo el diario El Mundo hace tiempo y en la que se presenta como una persona, ni más ni menos.

Es muy fácil cosificar a según quien. Yo misma lo hice. Aún recuerdo cuando de adolescente la despreciaba por ser una rubia inflada, que supongo que es por lo que será recordada. Una pena, porque esta señora es toda una superviviente a pesar de todo, incluso de ella misma.

La felicidad (os presento a mi hada azul)

La felicidad  (os presento a mi hada azul)

¡Por fin! Hoy he escrito mis primeras noticias como colaboradora remunerada. Estoy muy contenta. Es un buen inicio de vacaciones... trabajando. Paradójico pero cierto. Mañana nos vamos ya y creo éste será el último día que escriba aquí hasta el lunes. Creo que mi hada azul me protege (es la que veis en el dibujo, que hizo mi HB, ¿a que es bonita?) aunque yo no me dé cuenta siempre.

Blueberry, ese bodrio: ya en sus cines

De verdad, que nadie malgaste su dinero en semejante pestiño pretencioso y aburridísimo. Eso no es una peli, es un castigo interminable. Allá cada uno pero que luego no se diga que no he avisado...

¡Paquirrín ha aprobado!

¡Paquirrín ha aprobado!

Señoras y señores... ¡Se ha sacado el carnet de conducir! Este melón que, según la web Todotele es (copio literalmente) "el hijo de la popular cantante Isabel Pantoja y El tristemene fallecido Paquirri. Este joven tiene una prometedora carrera por delante como metre en La cantora". "Carrera" y "Paquirrín" en la misma frase. Interesante... Por cierto, en esta web tenéis la ocasión de formar parte de su club de fans (o de fundarlo, supongo).

Que esta criatura haya aprobado la teórica y la práctica me anima mucho a retomar la autoescuela. Aunque claro, él tiene pasta para comprar al profesor, examinador, el coche y la cadena entera de autoescuelas y yo, obviamente, pues no.

La pretensión (cuento erótico del tedio)

La pretensión (cuento erótico del tedio)

Este cuento lo escribí hace bastantes años, creo que justo antes de entrar en la universidad. Acabo de tener un reencuentro con él y me ha parecido curioso, así que lo posteo. La pretensión de la que hablaba era la de mejorar una vida mediocre, la vana, la de salir del pozo en la esperanza del que no se da cuenta que el pozo es uno mismo... La imagen es "The other way to pray" de la deviantartista deadly-kiss.

La pretensión

Sabía cuanta dulzura y paciencia había invertido en él. Eso sí, sin obtención de beneficios. Eso era lo que más le pesaba a él; el mutuo esfuerzo, el silencio vano...

Si ella no hablaba de la inutilidad de ser tan bondadosa y persistente en su callada lucha era por no hacer florecer tanta humillación en su cónyuge.

Como otras noches, Matilde le sirvió la cena. Llenó de sal el salero vacío, se quitó el delantal y se sentó a la mesa.

Pablo se sentía desganado. Sólo se oían los chasquidos de los bocados al pan de Matilde. Lo comía pastosamente, como si le costara digerirlo.

Veían la tele: monotemática, con los mismos ojos, las mismas caras sonrientes porque no había otra cosa. Anuncios. De cepillos, de músicas, de pinturas, de preservativos, muebles... Todos ellos desfilaban tan alegres como falsos ante el robotizado semblante del marido. Sólo uno le hizo parpadear.

Era de un refresco sin alcohol: jóvenes felices, playas, coches caros y... un tanga rojo con un pez dorado.

Pablo miró perplejo por unas décimas aquella belleza aún más curvilínea por la pequeña pieza de ropa.

Se le antojó una tela suave, ceñida como un guante a la piel aún más suave de la chica, su culo prieto...

Aún más, sabía que debajo del pez bordado ardía su pubis, su sexo... El tanga marcaría las líneas (tanto externas como internas) de la muchacha.

Ella sonreía. Era feliz de ser soñada / observada. Pablo tuvo una erección. Se quedó pasmado ante este hecho y se cara así lo mostraba. Dudaba si comentar el fenómeno a su mujer pero se abstuvo, por vergüenza, quizá. Matilde no se percató. Confundió su rostro de sorpresa por uno de ensimismamiento, de agilipollado por la caja tonta.

Recogieron la mesa. Se acostaron sin besos, con cortesía. Pablo se alejó presuroso de cualquier contacto con su esposa. De repente, sintió un calor muy fuerte en el vientre y, después, en todo el cuerpo. Eso le permitió rememorar el cálido sol tostando los glúteos de aquella chica. Cerró los ojos y pudo ver el pequeño tanga recorrer su sexo en un línea trazada desde el final de su espalda hasta el nacimiento de su pubis (mirado desde abajo). Volvió a tener una erección y un deseo intenso de ser el pez dorado de ojos muertos para recostarse en el fuego de aquel vello extraño. Se veía mirando un cuerpo indefinido, tal vez difuminado por su propio deseo. Pasaba la lengua por el pez una y otra vez. Arrancaba lentamente las piedrecitas falsas mientras sus manos se deslizaban ágiles entre los muslos de carne alegre, torneados por el volei-playa. Y, cuando el pez dorado era solo un recuerdo transparente, hundía su barbilla debajo de la suave tela para encontrar algo más salvaje que el color rojo que tanto le extasiaba.

Recorría el camino sensual de la curvilínea belleza que el tanga marcaba. Pablo sintió que no podía más. Por eso, poco después, tan silencioso como la paciencia de Matilde, se masturbó en el borde de la cama.

A la mañana siguiente se encontró consternado y afectado por el suceso nocturno.

No pudo ir a trabajar. Recorrió todas las tiendas de lencería del centro urbano para hallar el ansiado tanga rojo con el pez dorado. No lo encontró. Lo pidió a una venta por catálogo con urgencia en menos de veinticuatro horas. Dijo que és pagaría el transporte urgente para hacerse con él en menos de tres horas.

Sentía que las manos le temblaban de emoción. Lo trajeron. Pablo destrozó la cajita en que estaba la mercancía.

Lo tocó ávidamente: el pez, el raso carmesí, la diminuta línea entre los glúteos... ¡Era tan real!

Se acarició con el trocito rojo de tela hasta conseguir llegar al clímax.

Pablo miró el tanga. Observó sus manos y reflexionó un momento: "Te estás obsesionado. Relájate".

Ya era tarde. Llamó a Matilde para que viniera corriendo de la marisquería en la que atendía a los clientes.

Le abrió la puerta con el pedacito de ropa imposible en la mano.

-"Creo que ya he arreglado nuestro problema. Ponte esto. Vamos a hacer el amor".

Matilde, tan silenciosa en su costumbre, se quitó la ropa y se puso el tanga con el pececito dorado. Lo notó algo húmedo pero no comentó nada.

Pablo abrió los muslos de su mujer. Pasó la lengua por el pez una y otra vez. Su excitación iba en aumento. La respiración del Matilde se hacía cada vez más intensa, más profunda y sonora...

El hombre se regocijó en la redescubierta belleza de su mujer. Puede que fuera demasiado curvilínea pero eso a él no le importaba. La línea que marcaba aquel tanga tan real era tan excitante como la de aquella chica. Aquello era maravilloso. Se sentían jóvenes, impulsados por la pasión, no por la premeditación que gobernaba su vida en todos los aspectos. Aquel hecho no significaba la consecuencia de un acostumbre sino del disfrute del momento.

En unos instantes, a Matilde le quemaba en la piel la tela de la pequeña pieza y se empezó a liberar de ella.

Pablo, con los ojos cerrados, besaba ávidamente el final de su espalda, sus glúteos más redondos y flácidos que los de la chica playera, más reales... Notó la pérdida de la prenda ínfima . Abrió los ojos y la buscó desesperadamente con la vista. La halló en el suelo y la recogió rápidamente. Miró a su mujer, tendida en la cama, vestida con la ausencia de la prenda deseada. Cogió el pedazo de tela rojo y se sentó melancólicamente en el borde de la cama. Encogió su cuerpo sobre sí mismo y durmió largas horas.

Al cabo de un buen rato, la pérdida de paciencia de Matilde le despertó. Había recogido su dignidad, su ropa y su silencio y se había marchado.

Caperu: making off

Caperu: making off

Tanto esta imagen como la del post Caperucita reloaded son obra y gracia de mi HB. Él presentó las dos ilustraciones al concurso del Salón de publicaciones para jóvenes de Francia (Figures Futur). Como él quería hacer una visión del lobo como un monstruo mecánico que formaba parte de una paisaje tenebroso e industrializado, leyó tarde que si querías versionar el cuento debías adjuntar el texto. Entonces escribí el cuento basándome en las ilustraciones y en la idea de una Caperucita que, junto con su abuela, se proponen regenerar un mundo completamente artificial en el que ni siquiera hay lobos de verdad. Ciertamente, lo pasé muy bien escribiendo el cuento ^_^ La imagen es la otra ilustración que presentó, la del final feliz (o nuevo principio).

BSO Harry Potter: "A window to the past"

BSO Harry Potter: "A window to the past"

Este tema es de la banda sonora de Harry Potter y el prisionero de Azkaban. Todas las piezas son preciosas pero esta tiene un puntillo nostálgico y medieval que la hace especial. Me encanta. Debo reconocer que John Williams consigue arrancar emociones en sus obras. En la foto Hogwarts, mi próximo centro de estudios XD

Sherlock Hound

Sherlock Hound

Bueno, si se tiene que desatar mi frikismo, que empiece por algo bueno de veras... ¿Y qué mejor que un clásico como éste? La palabra clásico suena a viejo y esta serie es una de las que marcó mi infancia así que además de ponernos sentimentales no vamos a tratarnos de viejales, ¿eh? No fue hasta diez años después de verla en la tele que me enteré que Miyazaki-sensei tuvo que ver en algunos capítulos de esta animación tan bien parida. Pero centrémonos en el impacto que tuvo en mi yo de unos ocho años Sherlock Hound.

De las infinitas horas que los niños de mi generación mirábamos la tele (posiblemente no tan infinitas como las de los pobre chavales de hoy), topé con una serie de dibujos animados en la que todos los personajes eran.. ¡perritos! Sherlock Holmes, Watson, la señorita Hudson... Pero perros antropomorfos. La expresión puede sonar fatal pero realmente era todo tan bonito, tan british, que me enamoré en seguida y empecé a seguirla. Cabe decir que, a partir de ahí, todos mis dibujos infantiles de personas tenían orejitas largas y hocico.

La serie no sólo tenía una canción pegadiza XD y un Sherlock tan mono que se convirtió en uno de mis primeros amores plátonicos de tinta (tengo constancia de que no soy la única ;D), sino el malo más adorable del mundo. El profesor Moriarty de Sherlock Hound dista mucho del que describía Conan Doyle en sus novelas. Este perro lila (no sólo por el color XD) es malo, bueno sí, porque roba y secuestra pero tiene un extraño sentido del honor y de la ética con el que simpatizas en seguida. Lo suyo más que crímenes parecen travesuras, y además siempre le sale todo mal. Cuando veía el triunfo muy cerca ríe, como todos los malos, pero con todas las vocales XD (ja je ji jo ju). He oido que los productores de la serie tuvieron problemas legales por los derechos con los herederos de sir Arthur Conan Doyle. No sé si fue por conflictos lucrativos o de adaptación pero si fue por esto último lo encuentro incomprensible. Sherlock Hound es una versión infantil del famoso detective y el mundo que le rodeaba. No hay asesinatos sanguinarios ni crímenes despiadados, obviamente. Pero pese a esta dulcificación del mito, los escenarios, los diseños de personajes, los coches y cachivaches (que son geniales) son de una calidad muy alta.

Una mención aparte merece el doblaje, a mi parecer uno de los más brillantes del anime en castellano. Lo que no sé es a qué esperan las distribuidoras a editar esta delicia en DVD. La imagen de estos Moriarty y Sherlock tan pasotas es un fanart que encontré en internet.

El retonno

Éste es un post de usar y tirar. O sea: es simplemente para decir que no he dejado abandonado este weblog, que retonnaré (no como Martes y 13, aunque les haya copiado la palabra). Prometo escribir más asiduamente, hacer uno de los blogs más frikis (en el buen sentido ¡eh! sí hay un buen sentido!!) y ser buena (bueno, esto último no tanto ;P). See you very soon pero que very very...

Foto mía toda loca

Foto mía toda loca

Juas, qué ida de perola. Con esto pongo fin a los autorretratos, que ya está bien.