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No pasa nada

Con estas manitas

Nuevos amigos antes de la tormenta

Nuevos amigos antes de la tormenta A la izquierda, mi perra haciendo un nuevo amigo un domingo encapotado. Foto de móvil retocada.

Un arco iris en mi barrio

Un arco iris en mi barrio Mi pobre intento de fotografiar un arcoiris con el móvil ^_^U

El pony del terror

El pony del terror Lo vi en el Corte Inglés y le hice esta foto con el móvil. Los colores están un poco retocados pero realmente es así de espantoso.

Huí de South Park...

Huí de South Park... ... y me fui directa al cielo. Ésta soy yo, con osito incluido (no podía faltar XD). Todos los detalles que he puesto tienen un significado. Podéis haceros la vuestra propia en este link.

Maraña de ramas

Maraña de ramas Otra visión del principio de mi calle al final de un paseo. Me gustan los colores del sol cuando se pone, ¿se nota XD?

Imponente en la noche

Imponente en la noche Juas, qué rimbombante queda. Esta estatua es de Plaza Catalunya, en Barcelona. A según qué horas, impresionan (a gente impresionable como yo, supongo XD)

Un árbol de mi calle

Un árbol de mi calle Foto tomada con mi móvil a la espera de poder enchufar mi nueva Nikon al ordenador. Este árbol es un poquillo "Big fish", ¿verdad? Es fácil que salgan resultonas las fotos a estas horas porque todos los atardeceres son bonitos.

Tiranosaurius Rex y pez naranja

Tiranosaurius Rex y pez naranja Mis primeras paridas con la cámara de mi nuevo móvil. Mucho tiempo libre y muy poca vergüenza ;P

La chica que sale de la nada

La chica que sale de la nada Otra "obra de arte" con el Paint. Hay que ver con lo que se entretiene una. Muy setentero, ¿verdad?

Caperu: making off

Caperu: making off Tanto esta imagen como la del post Caperucita reloaded son obra y gracia de mi HB. Él presentó las dos ilustraciones al concurso del Salón de publicaciones para jóvenes de Francia (Figures Futur). Como él quería hacer una visión del lobo como un monstruo mecánico que formaba parte de una paisaje tenebroso e industrializado, leyó tarde que si querías versionar el cuento debías adjuntar el texto. Entonces escribí el cuento basándome en las ilustraciones y en la idea de una Caperucita que, junto con su abuela, se proponen regenerar un mundo completamente artificial en el que ni siquiera hay lobos de verdad. Ciertamente, lo pasé muy bien escribiendo el cuento ^_^ La imagen es la otra ilustración que presentó, la del final feliz (o nuevo principio).

Foto mía toda loca

Foto mía toda loca Juas, qué ida de perola. Con esto pongo fin a los autorretratos, que ya está bien.

Foto mía Zzzz

Foto mía Zzzz Exacto, hoy me ha dado por jugar con el Photoshop. Recuesto la cabeza encima de mi perrita, la almohada con más morro del mundo.

Foto mía so freak

Foto mía so freak Enredando con el Photoshop XD Qué underground queda con la parte de abajo de Rei Ayanami en el poster, ¿eh?

Tu mejor momento sexual: descúbrelo

Tu mejor momento sexual: descúbrelo ¿Quieres saberlo? Descúbrelo en este meme que he hecho yo. La cosa va más de coña que de nada porno, ¿eh?. A disfrutar ;P

El miedo gratificante

El miedo gratificante No estoy segura de calificarme como una persona especialmente valiente o cobarde. Lo que sí puedo asegurar es que soy ciertamente impresionable. Todavía profiero oooohs y aaaahs de asombro en los espectáculos de fuegos artificiales como cuando era niña, aunque no me disponía a hablar de esa impresionabilidad (si se puede decir así) infantil que, sin embargo, es la base primordial de lo que excita nuestra imaginación a lo largo de nuestra vida. Me refiero a las cosas que nos provocan inquietud, nos hacen sentir inseguros de lo que nos rodea y, lo que es aún peor, de nosotros mismos.
Los buenos autores de historias fantásticas, ya sean noveladas o filmadas, conocen muy bien cuáles son los temas que nos provocan más inquietud y cuál debe ser la puesta en escena de los mismos para reavivarla. ¿Para qué? Pues, curiosamente, somos así: muchos pasamos miedo porque nos emociona, nos divierte.

Y aquí está el meollo de la cuestión: ¿por qué es divertido pasar miedo con una película o relato de tipo fantástico? Las personas que no soportan las historias inquietantes dirían que quizá respondemos a algún tipo de componente pseudomasoquista en la personalidad con el que disfrutamos pasándolo mal. Por eso, debo concretar que en todo momento estoy hablando del terror que nos causa la ficción, ya provenga de un relato escrito, una película, un cómic, un cuadro o cualquier otra obra artística de tipo fantástico y de porqué algunas personas perseguimos y disfrutamos esa inquietud. En mi opinión, se parte de un reto que el autor plantea al espectador o lector y éste lo acepta para formar parte del juego. Se trata de darle la vuelta a la realidad más que alejarse de ella o introducirse en otra diferente; revolucionarla. Presentar algo que nuestra razón no pueda explicar y, si hay algo que turbe de verdad nuestras mentes es lo que no podemos entender, lo ajeno. No hablo sólamente de monstruos desquiciados o de fantasmas sino lo que menos podemos comprender y nos toca de manera más cercana, que es la muerte. Se puede deducir fácilmente que esto lo convierte en el tema estrella de las historias de género fantástico. Aunque, con todo, habría que matizar este último punto porque, al menos a mí, si hay algo que me inquieta sobremanera cuando leo o visiono un relato sobrenatural, ya no es el ataque del ente de turno, el asesinato, la violencia... (que también), sino la incertidumbre de nos pasos, la persecución. Es cierto, sufrimos más cuando la víctima es perseguida por el vampiro y seguimos espeluznados su desesperada huída, que cuando el monstruo la asesina robándole su sangre y su alma. Porque ése es otro elemento que buscan los aficionados al género: el suspense. Este gusto por la incertidumbre plantea otra cuestión interesante puesto que, si antes negábamos la existencia de un sentimiento pseudomasoquista, sí podemos decir que desde la butaca o el exterior de las páginas de un libro tenemos una posición muy cómoda respecto a los hechos sobrenaturales que van aconteciendo en el relato y, para qué engañarnos, es divertido ver cómo sufren los protagonistas, cómo afrontan lo sobrenatural así que también hay un componente ligeramente sádico, si queremos llamarlo así, que nos atrae de este tipo de historias. En definitiva, es divertido porque es ficción y no nos pasa a nosotros.

Así que podemos decir, sin complejos, que el género fantástico apela a nuestras emociones más personales, nuestra postura ante lo que no entendemos, nos hace dudar. Tanto la figura del monstruo, la del loco o cualquier otro tipo de alienado nos provocan sentimientos muy intensos y diferentes, a menudo todos a la vez: el morbo por su aspecto, procedencia o comportamientos fuera de lo normal, miedo, repulsión, incluso lástima por la marginación a la que queda relegado por la sociedad.... De hecho, las historias fantásticas nos provocan una catarsis extraña. A veces resulta difícil identificarse, alinearse con las víctimas o con el agresor sobrenatural (normalmente lo sobrenatural resulta una amenaza) porque existe un sentido de la justicia aplastante en este tipo de historias, del cual un gran ejemplo sería Carrie, de Stephen King.

En conclusión, el género fantástico no encuentra en la implicación profunda del lector o espectador un elemento más para ser entendido, sino que la reclama, forma parte de su razón de ser; necesita su capacidad de imaginar, de sorprenderse, de ir más allá de la propia realidad por unos momentos y, sobretodo, de saber disfrutarlo.

El reloj pendulaba en la anodina tarde. Tic... tac...

El reloj pendulaba en la anodina tarde, sin importar si marcaba lo que fue o lo que será. La habitación se vestía pesadamente con la luz parda del crepúsculo y el aire lo regaba la cortina de polvo de los muebles, que se suspendía, casi compacto, asfixiando sin piedad la estancia solitaria.
Observando cómo se condensaba el tiempo bajo la lámpara amarillenta, una pequeña figura, mimética con su entorno, un hombrecillo medio devorado por un sillón de napa verde. Sólo asomaba la cabeza derrumbada, parte de su cuerpo y los brazos lánguidos por ambos lados. Era el prisionero abandonado del hastío. Yacía inmóvil, núcleo petrificado de las cuatro paredes, y su respiración era un suspiro anémico y funesto.
Desde ahí, el hombrecillo escudriñaba los objetos que le rodeaban: su bailarina musical de porcelana, la cómoda de cedro de asideros dorados, sus sandalias indias, sus cuadros, sus libros... Era la suya una mirada inquisitoria pero espeluznada, como la de la presa que vigila los movimientos de sus depredadores.
La cómoda crujió como en un lamento y se le antojó que su bailarina tenía pose de desprecio. Sin embargo, la indolencia cerró los ojos al hombrecillo, le apretó el cuello contra el sillón y sólo le dejó abrir los ojos una vez más para contemplar multitud de objetos, nada en realidad. En el mundo, él solo. Solamente él, pensó en su agotamiento.
Su corazón cesó de bombear para ser comprimido por los instantes vacíos, perseguidores. Así pudo escuchar que el tiempo se coagulaba, como su sangre en las venas.
En el reloj, las seis y nadie vio al hombrecillo morir de aburrimiento.

Azules, ondean sus cabellos. La imploran sus sueños.

Azules, ondean sus cabellos. La imploran sus sueños. Me encanta dibujar el pelo de colores: rosa, azul, verde... Y más si son personajillos lánguidos como éste.

Hada nocturna ?¿?¿?

Hada nocturna ?¿?¿? Bueno, hada nocturna por decir algo porque este dibujo lo hice con el paint XDD... y así quedó. Debo decir que mientras lo hacía estaba escuchando la banda sonora de Eduardo Manostijeras. Creo que eso influyó en el resultado.